El más celebrado participante de Pasapalabra llegó a visitar a ex profesores. En Hualpén su padre lo describió.
Furor causó la visita de Nicolás Gavilán al Colegio Brasil, recinto que lo formó como estudiante. “¡Bravo Nico!”, “¡Felicitaciones!”, fueron algunas de las frases que la comunidad estudiantil dio mientras el concursante hualpenino de “Pasapalabra” entraba, junto con la producción de Chilevisión, sabiendo algunos que el joven de 22 años habría finalmente ganado “El Rosco”, según un video filtrado en la plataforma de Youtube, lo que le significaría ganar $380 millones.
Humilde, respetuoso y estudioso, fueron algunos de los valores que resaltaron los profesores en el hoy estudiante de Pedagogía en Música.
Luis Santana fue su profesor de historia en el recinto. Señaló que “como se ve en la tele, es en la vida real. Fue un excelente alumno. Entró con 720 puntos a Pedagogía en Música. No nos sorprende su trayectoria en el programa. Estamos muy contentos por él”.
Jovita Ramos García es inspectora general del colegio y también fue profesora de Nicolás. Contó que “tenía buenas notas, era de súper bajo perfil, un caballero. Él tiene un hermano gemelo y a veces era difícil de identificarlos, pero ambos son muy humildes. Sufrimos, lloramos y la pasamos bien al verlo en ‘Pasapalabra’”.
La inspectora añadió que “todos quienes hemos pasado somos parte de la historia de este colegio. Él es un referente. En las redes sociales se viralizó y nos pusimos muy contentos”.
Tras recorrer las dependencias del recinto, como la biblioteca y algunas salas para saludar a sus profesores, Gavilán recibió una medalla por parte de la dirección del colegio. Durante su salida, los niños se acercaron masivamente para aclamarlo.
Dino Olivieri, director del establecimiento educacional, señaló que “como seguidor del programa estamos felices de que un hijo de la educación pública ganara a grandes personajes. Le entregamos una medalla y algunos recuerdos para que tenga. Se le veía muy emocionado, más que en la tele”.
Familia y el barrio
Juan Carlos Gavilán es mecánico automotriz y es el padre de Nicolás. “Vivíamos en San Pedro de la Paz y hace algunos años vivimos en Hualpén, desde el 2007”, comentó.
El papá contó que Nicolás y su hermano Matías son cinturones negros en karate y que son muchachos tranquilos y respetuosos. “Siempre hemos escuchado música y a Nicolás le gusta mucho el piano, a Matías más la guitarra. También les agradan el fútbol y el tenis. Aprendieron a leer antes de kínder. Siempre había libros en mi casa y yo se los pasaba para que leyeran. Les encantaba Harry Potter”, destacó.
Respecto a la fama de su hijo, señaló que “me preguntan mucho por Nicolás. No se puede ni salir a la calle porque uno no puede decir nada que tenga que ver con el programa, pero para mí lo más importante son los logros de mis hijos, de que tengan oportunidades”.
En ese sentido, Gavilán analizó la repercusión que tiene la participación de Nico en el estelar de CHV. “Sigo las redes sociales. Una señora me decía que en Facebook había un grupo y me puse a mirarlo. Es una locura. Creo que a veces las personas no tienen nada que hacer. La televisión entrega lo que uno necesita y creó un ídolo, un personaje al que siguen y creen que es una persona ideal y perfecta, pero Nicolás tiene tantas cosas negativas como cualquier otra. Es una persona normal”.
El mecánico lo ejemplificó con una anécdota. “En febrero fui al Registro Civil a realizar un trámite y quien me atendió reconoció que soy el padre de Nicolás. Esa persona me empezó a contar parte de su vida, que veía Pasapalabra con su marido y que Nicolás era el prototipo de cómo quería que fuera su hijo. Yo creo que no tiene que ser así. Todos somos diferentes”.
Gavilán recalcó que “a ellos no les gusta mucho el tema de la fama. Como son muy parecidos, ambos pagan los platos. El mismo sábado fuimos a comprar algo para una nieta. Había que ir al mall o a la Costanera. Fuimos a la Costanera porque pensamos que habría menos gente, pero igual fue lo mismo. Cuando salgo solo con Matías, hay que explicar a la gente que no es Nicolás”.
En el barrio de Armando Alarcón del Canto, la expectación es total por lo que vaya a pasar con Nicolás Gavilán en el programa. Clemira Arratia trabaja en la Panadería Don Eduardo. Dijo que “estamos todos esperando que gane El Rosco, porque se lo merece. Él es de palabra cortita. Compra el pancito y se va. Él lleva pan francés y es un chiquillo muy amable”.
Arratia agregó que “él es muy piolita. Todos me preguntan donde vive pero yo no doy mucha información a la gente. Le pedí que enviara un saludo a la panadería en el programa y lo hizo”, aseguró.
Monto millonario
Corría 2002 y en Canal 13 se emitía “¿Quién quiere ser millonario?”, un programa de preguntas, cuyo pozo de $100 millones era el más alto que la tevé chilena entregaba. Ese año, un profesor de historia acertó todas las etapas y se llevó el cuantioso monto. 17 años después, “Pasapalabra” dejó atrás ese récord, entregándole $176 millones a Daniel Araya, estadístico que superó el rosco sin problemas.
Sin embargo, el espacio conducido por Julián Elfenbein lograría superarse a sí mismo. Nueve meses después del hito, el hualpenino Nicolás Gavilán se estaría llevando el que sería el premio más alto entregado en la televisión: $396 millones.
Pero ¿qué implica tal monto? Al respecto, José Navarrete, MBA y contador auditor y director de Ingeniería en Administración de Empresas de la Unab, explica que un premio de este tipo es un ingreso que constituye renta, por lo que debe pagar los impuestos que corresponden. “Por ser un ingreso esporádico, deberá pagarse el 25% al mes siguiente de haberlo recibido. Adicionalmente, en abril del año siguiente, se deberá pagar impuesto global complementario, monto del que se debe deducir el 25% ya pagado. Haciendo el cálculo sobre los 400 millones, el pago total de impuestos estaría del orden del 32%, vale decir, unos $126 millones aproximadamente”, detalla.
Por su parte, Carlos Fuentes, contador auditor y académico de Ingeniería Comercial de la USS, aporta que este tributo se aplica a todos los premios en dinero obtenidos en concursos, por ejemplo, en programas de TV y medios de comunicación, entre otros.
“El impuesto que grava el trabajo, corresponde al de segunda categoría (mensualmente) y este es progresivo en cuanto al nivel de renta que recibe la persona, es decir, a mayor renta, mayor es la tasa de impuesto. La tasa del impuesto de segunda categoría va del 4% al 35% y más. Los juegos de azar y premios por concursos de TV se gravan con una tasa fija sobre el monto del premio”, detalla.
Ahora ¿qué pasa si se obtienen dichos ingresos en un juego de azar? Fuentes indica que los premios en general son rentas que se clasifican en el Artículo 20 N° 5 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, y se afectan con el Impuesto de Primera Categoría, Global Complementario o Adicional, según corresponda.
Es decir, “en este caso con el 25% sobre el monto total del premio. En el caso de un premio de Lotería, Polla Chilena de Beneficencia, Loto, Kino, etcétera, la tasa de impuesto que los grava es el 15%, de acuerdo al artículo 20 N° 6 de la Ley sobre Impuesto a la Renta. Por lo tanto, no es lo mismo”.
En qué invertir
Un premio de esta naturaleza no es menor. Así lo cree Ledy Ossandón, más conocida como “Soa Ledy”, otra emblemática concursante de “Pasapalabra”, quien cuenta que sus estudios los cursó en la Universidad de Concepción, por lo que vivió varios años en esta ciudad. Aparte de felicitar nuevamente a Nico Gavilán, la docente comenta que para ganar el rosco se debe tener no solo conocimientos, sino que también estrategia”.
“Siempre lo dije, que es mucho dinero para una persona. Soy profesora, mi base es el lenguaje y el inglés, a mí más que el dinero, me mueve el juego, el desafío del rosco”, comenta Ossandón, quien afirma que de haber ganado una cantidad como la descrita, habría sacado proyectos educativos, para instalar laboratorios de ciencia y robótica, por ejemplo.
El cantautor local Alan González, quien también estuvo en el programa de CHV, comenta de manera soñadora que si él hubiese ganado $400 millones, lo que haría sería “tenerlos en efectivo y darme un baño de tina de plata jajajá”, dice entre risas.
Para multiplicar un premio millonario, las alternativas de inversión son infinitas, “y va a depender del nivel de riesgo que se quiera asumir”, dice el académico de Unab José Navarrete. Partiendo por las alternativas más seguras: un depósito a plazo entregará casi $1 millón mensual en intereses.
En la misma línea, aunque con un poco más de riesgo, está la inversión en fondos mutuos y con mayor exposición, está la inversión en acciones. También está la opción, bastante segura, de invertir en propiedades, tales como departamentos.
Con el monto se podrían comprar perfectamente cinco propiedades de alrededor de UF 2.500, lo que aseguraría un flujo relativamente constante por concepto de arriendo, sin considerar que las propiedades suben de precio en el largo plazo. Aunque la decisión de invertir es técnica, también pasa por las preferencias de cada persona y el grado de riesgo o pérdidas que se están dispuestos a tolerar.
Por otro lado, agrega que “podemos decir que no es aconsejable invertir en alternativas muy riesgosas, como salir a especular en la bolsa, por ejemplo, o activos financieros más exóticos, pero con niveles de riesgo mucho más altos. El consejo acá es siempre diversificar, vale decir, no invertir todo en un mismo instrumento, sino que hacer un mix o portafolio, por ejemplo, un porcentaje en depósitos a plazo o fondos mutuos o un porcentaje en inversiones inmobiliarias, entre otras”.
Fuente: soychile.cl